martes, 27 de abril de 2010

Eduardo Ezequiel


Recuerdo que cuando nació mi segundo nieto (obvio que fue un varón) sentí la necesidad de hurgar en mis recuerdos y logre traer a mi memoria, lo que sabia decirme mi padre: “ Hamlet, el día que te den un nieto varón lograrás sedimentar en la familia el apellido que heredaste” , y en ese momento me di cuenta que estaba creciendo la familia de la cual yo era tan solo uno de los brazos.
En ese momento sentí que lo poco que había aprendido como abuelo lo iba a ir acrecentando al lograr en el tiempo ser bendecido con llegada de mas nietos. (Cosa que no paró..ni se ha parado porque siguen llegando mas nietos)

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