martes, 27 de abril de 2010

Nadia Gimena


Nadia Gimena, nació el 25/05/94. Cuando menos lo esperábamos, Eduardo el segundo de nuestros hijos nos da la noticia que su señora estaba en cinta. De inmediato empezamos a suponer que podía venir: una nena, un varón y empezaron las apuestas entre los hermanos para ver que podía ser, en mis pensamientos decía que había que desempatar, porque ya teníamos 4 nietos: dos varones y dos mujeres, interiormente creía necesario que fuera otro varón, pero pensándolo bien que fuera lo que Dios quisiera siempre que viniera bien. Y llego la fecha internan a mi nuera en el hospital italiano, y nace una hermosa mujercita , otra nieta en la familia ,y con el correr de los días la bautizan con el nombre de Nadia Gimena. Ya en ese tiempo estábamos seguros que en un lapso no muy lejano íbamos a ser Abuelos de otro nieto

Noelia Vanina


Este escrito corresponde a Noelia Vanina, nació El 12/03/93 Que maravilla, una mano enorme había aportado mi Señora , al trasladar a mi nuera, esposa de mi hijo el tercero de ellos Jorge , al sanatorio porque ya era tiempo del nacimiento de otro nuevo nieto , con el correr de las horas nos enteramos que había nacido otra nieta que se llamaría Noelia Vanina, ya empezaba a hacerse realidad lo que siempre pensaba en tener una familia grande, donde con el paso del tiempo , gozaría de la felicidad de verlos correteando en rededor de sus Abuelos, y imagina una inmensa mesa donde nos reuniéramos todos con la alegría de sentirnos los unos a los otros y festejar esto que era una gracia de Dios

Lucas..y voy por tres


Vaya sorpresa la mía al ver que con el correr de los años nacía el tercer nieto y también era varón , hijo de mi primer hijo que había sido soldado excombatiente en las Malvinas, y mas aun nacía en el lugar mas austral del continente americano , Ushuaia capital de Tierra del Fuego.
Ya estaba siendo muy favorecido por el destino; en tres nietos ya contaba con dos ellos varones , cuanto debía prepararme como abuelo para seguir en esta senda que me estaba favoreciendo, me preguntaba si era merecedor de tanta felicidad junta , y agradecía a Dios por ello.
En un pequeño espacio de tierra en la casa paterna conservaba unos Rosales, y bulbos de gladiolos dobles de mi padre que cuido con tanto esmero, yo en el paso de los años hoy todavía conservo, y mantengo la misma conducta sobre las flores que es como si lo viera a el atendiéndolas con ese cuidado especial que les daba, en esos momento me parece ver a varios de mis nietos inhalando el aroma de las mismas y cuidándolas con el mismo cariño que nosotros.

Eduardo Ezequiel


Recuerdo que cuando nació mi segundo nieto (obvio que fue un varón) sentí la necesidad de hurgar en mis recuerdos y logre traer a mi memoria, lo que sabia decirme mi padre: “ Hamlet, el día que te den un nieto varón lograrás sedimentar en la familia el apellido que heredaste” , y en ese momento me di cuenta que estaba creciendo la familia de la cual yo era tan solo uno de los brazos.
En ese momento sentí que lo poco que había aprendido como abuelo lo iba a ir acrecentando al lograr en el tiempo ser bendecido con llegada de mas nietos. (Cosa que no paró..ni se ha parado porque siguen llegando mas nietos)

Aprendiendo a ser abuelo


Estábamos en pleno invierno del año 1989, cuando sin darme cuenta recibí una llamada telefónica con la noticia que había sido abuelo por primera vez y todo el frío que sentía en mi cuerpo desapareció en un instante al saber que había llegado una preciosa nena hija de de uno de mis cinco hijos, Saúl Eduardo casado con Sandra Knez.
Todo había salido muy bien y empezaba una nueva vida para mi, tenía que empezar a descubrir como debía de ser un abuelo y lo iba a hacer de la mano de mi primera nieta. Estaba decidido a aprender como a ser un abuelo y aprendiendo a serlo crecimos los dos.
Juntos los dos íbamos aprendiendo el uno del otro; ahí descubrí las sensaciones que antes habían sido totalmente opuestas. Aquella sensación era muy diferente a la que sentí con el nacimiento de mis hijos y en mi interior sentía lo mucho que se cambia con el correr de los años.
Que alegría inmensa sentí con la llegada de esta nieta que marcó la partida a este nuevo camino, un camino que me llevaría seguro a lo que por lógica vendría después con la llegada de mis 17 nietos y que llenan de felicidad mi nueva vida de ser Abuelo.